La Cámara del Consejo de Bruselas (Bélgica) emite orden de aprehensión contra altos funcionarios del gobierno de Guatemala de los años ochenta y los remite a la Cámara de Acusación

La Cámara del Consejo de Bruselas anunció hoy su decisión de remitir a sospechosos del asesinato y desaparición de misioneros belgas en Guatemala a la Cámara de Acusación de Bruselas. Los hechos tuvieron lugar al inicio de la década de los ochenta.

La Cámara del Consejo ordenó también su aprehensión, con lo cual se destaca la gravedad de los hechos imputados. En virtud de esta orden, los sospechosos pueden ser enviados a Bélgica si se les detiene fuera del país.

La Cámara del Consejo consideró que el expediente tenía la robustez necesaria para ser referido a la Cámara de Acusación y que un tribunal de lo penal tiene competencia para conocer el caso.

Con esta decisión, la Cámara de Acusación es la única instancia a agotar antes de pasar a un proceso penal. Los familiares de las víctimas quieren sobre todo obtener información sobre las circunstancias precisas en que fueron cometidos los crímenes.

“Un proceso [penal] nos daría la oportunidad de conocer los hechos reales de la situación en Guatemala y la represión brutal que aún persiste”, dijo Carlos Colson, sobrino de Walter Voordeckers, unos de los misioneros asesinados.

Los familiares de las víctimas desean también que quienes perpetraron los crímenes respondan por sus actos. Es decir, que sean juzgados y condenados por sus hechos.

“Con esto se está dando un paso importante hacia la justicia para nuestros familiares pero, sobre todo, es un espaldarazo para la población guatemalteca en su lucha por la justicia”, explica Johan Capiau, hermano de Ward Capiau, asesinado en un control militar en carretera y cuyo cuerpo jamás fue encontrado.

En conclusión, los familiares de las víctimas de los misioneros belgas desean manifestar su solidaridad con tantos guatemaltecos que también han sido víctimas durante los años del conflicto armado y los años subsiguientes.

“Sacar a luz la verdad y llamar a los hechores a responder por sus actos es la manera de reafirmar el compromiso de nuestros familiares asesinados y dar sentido al trabajo que ellos hicieron por la población guatemalteca”, manifiesta Stefaan Berten, hermano de Serge Berten, desaparecido.